18.5.06

(Aritmética simple del descreer)

1) Sume la cantidad de cosas que lo han decepcionado durante los años que lleva: dará un número grande... y un poquito espantoso.
2) Sume ahora todas aquellas de que desconfió (por experiencia... o por miedo a pecar de ingenuo), y que resultaron ser ciertamente falaces o decepcionantes. El número crecerá considerablemente.
3) Haga una estimación de todas aquellas esperanzas que, de tanto esperarlas, se fueron olvidando y que, por tanto, nunca pudo comprobar. Sume el resultado al número conseguido anteriormente.
4) Reste ahora al total, las certezas que pasaron la prueba y las sorpresas gratas. (disminuyó un poco,no?) Reste también el número de las personas en que confía plenamente (sigue más o menos igual...).
5) Lea a Freud, a Nietzsche y a algún otro viejo maldito de ésos y haga una revisión de su vida a partir de las hipótesis planteadas (no valen los ánimos escépticos). Ahora, haga una lista de la cantidad de veces durante la lectura en que se sintió un pelotudo. Multiplique el resultado de los puntos anteriores por estenúmero.
El resultado es el número de la desgracia: no lo pronuncie en voz alta.

NOTA: Si le interesara acabar con su vida, hay una interesante página en Internet para quien desee ser comido por un caníbal. Tener en cuenta que el hambre mundial es mucho y muy amplio en cuestión de antojos.

17.5.06

Sobre las fábulas de la vida

"La vida es, al fin de cuentas sólo una fábula" nos enseñaba el Guille en las clases de Filosofía, "Sólo tenemos que armar la nuestra, no seguir la de otros". O algo así. Y yo pensaba: guau... qué terrible concepción de la vida... menos mal que creo ciegamente en mi fábula.
¡Patrañas! La capacidad de descreer, de ver, sentir en la piel esta verdad, me ha invadido de pronto (gracias a Algunos)... y sé ahora, finalmente, la terrible ausencia de verdades del postmodernismo.
Puedo ver, con un poco de esfuerzo, que todo Amor es autoconvencimiento, es, incluso Amor a uno mismo (el único realmente existente). Ahora comprendo que la vida no es una mierda. Ni siquiera -éste es el punto- es una mierda. Es posibilidad. Es potencialidad.
Pero entonces ¿qué son todas esas cosas que me conmueven, las cosas que me duelen, las cosas que aún no consigo derribar? ¿son acaso verdades? No... sólo las verdades que no tengo el valor de despojar de mí. Porque el día en que no quede ninguna verdad... el día en que vuelva a reírme de mis lágrimas, ya sin regreso... ése día voy a morir... o voy a salir a matar. La diferencia será mínima.

13.5.06

Para empezar, aclaro...
a) que este blog será más bien comprensible, en comparación con el otro. Sí...tal vez su finalidad sea evitar frustraciones...
b) que no tiene que ver con Susanita específicamente... sólo es un ejemplo de incógnitas que nos obsesionan.
c) que tal vez incluya más incógnitas que posibles respuestas (sólo tal vez)
d) que quiero poner textos de autor, más que míos, pero que seguramente voy a temrinar escribiendo yo porque soy egocéntrica y compulsiva.
Bueno... ya está por ahora...