29.12.06

Pasionaria

“(…) De día, luchaba contra la angustia; de noche, luchaba contra el deseo; sin cesar, luchaba contra el vacío, forma cobarde de la desgracia. (…) Poco a poco, yo iba ocupando el lugar del hombre que me faltaba y que me invadía. Acabé por contemplar, con los mismos ojos que él, el cuello blanco de las sirvientas. Egisto galopaba a mi lado por los eriales (…). Yo lo miraba menos como un amante, que como a un niño que hubiera engendrado en mí la ausencia (…). Infiel a mi hombre, seguí imitándolo. Egisto no era para mí sino lo equivalente de las mujeres asiáticas o la innoble Arginia. Señores jueces, no existe más que un hombre en el mundo: los demás no son más que un error o un triste consuelo, y el adulterio es a menudo una forma desesperada de la fidelidad. Si yo engañaba a alguien, fue con seguridad al pobre Egisto. Lo necesitaba para percatarme de hasta qué punto el que yo amaba me era irreemplazable. (…).”

Marguerite Yourcenar, Fuegos. “Clitemnestra o el crimen”.
O todas las mujeres somos una, o toda búsqueda en las palabras termina en la misma aterradora verdad. Un pedacito más: “También yo, señores jueces, conocía el porvenir. Todas las mujeres lo conocen: siempre esperan que todo acabe mal.”

Fugacidad de la piel color de piel

sí, ella, y es cierto. tocó mi piel, me dejó ver su figura, curvas que se insinúan en la penumbra del instante.
o acaso fuera apenas un malentendido: lo impreciso de la distancia. pero ella existió, y estaba cerca, como un ángel, apenas, el silencio casual de un roce, soneto de las sales, piel color de la tierra.
ella, cuerpo sin nombre, casi sin rostro, cuerpo dormido entre mí y el delirio. ella, aroma en el recuerdo, ser fantástico de mis cuentos olvidados. ella, te hablé de ella muchas veces, antes incluso que existiera de veras; la vi en mí, en los espejos, la vi infinitas veces en los ojos inconfesos de las cortesanas. ella tocó mi piel. y no se iba…
acaso fue sólo un sueño santo. o un error de la distancia y de lo existente. pero estaba, y no se iba, piel color de la tierra, piel color de la piel. viva, sal que hierve entre los sueños: curva indecible del deseo…

(29/12/06)

24.12.06

Navidad

mirá, te traje esto, me llené de tierra y me lastimé los pies, pero lo traje. es un regalo. es algo pintado con mi sangre, ua idea, apenas, un beso de cerámica inconcluso. pero nada, sin todos esos nombres, es un paquete, algo pequeño, es un regalo. estaba lejos. y las fieras cerraban los ojos o se enfurecían cuando yo pasaba. los niños me dijeron algunas cosas, pero no sé qué, yo nada más vine a traerte esto. no me mires a mí, mirá el regalo, yo soy solamente una sierva de estas cosas. pero mirá, te traje algo, es para vos aunque no entienda a quién le hablo, te lo traje entre el mar de tierra y la tormenta chiquita, es un regalo.
no me preguntes qué significa. poco, creo. que quería regalarte algo. que los nombres de las cosas van cambiando. o que hay algo que sangra todavía.
pero no me preguntes, yo nada más te traje esto. es un regalo ¿ves? un regalo más pesado de lo que todos saben, un secreto, un beso, una idea de cerámica pintada.

-tintasangre-

21.12.06

(fragmento)

¡Vuelve! ¡Vuelve! ¡Vete! ¡Vete!
Esto no es ningún juguete.
¡No me subas! ¡Vuelvete atrás!
¡No podrás llegar jamás!
El camino está cerrado
y yo bien te he aconsejado.
Si te encuentras con el viejo,
tarde llegará el consejo.
Los principios son los fines:
¡Vuelve atrás! ¡No desatines!
pues si alcanzas la abertura
¡Llegarás a la Locura!


Lo que haces, lo que eres
está escrito en caracteres.
Si te acercas con audacia,
¡ocurrirá una desgracia!
No tendrá un final feliz
tu carrera, Emperatriz.
Nunca he sido un niño yo.
Por eso todo acabó.
Al vivo le está prohibido
verse muerto como ha sido



Si no escuchas el aviso
que la escala darte quiso
y estás dispuesta a llegar
donde nunca has de habitar,
no te doy otro consejo:
¡Bienvenida! Soy el viejo.


(O "lo que el Viejo de la Montaña Errante le escribió a la Emperatriz Infantil mediante una escalera que ella subía". Nótese que resultó un aviso para mí también. Ah... y suena gracioso cantada como rap, pero es copyright de mí y mis hermanitos)

17.12.06

Rapto

A Mariano lo voy a raptar para llevármelo.
Me voy a sentar en frente de él y observarlo por horas. Y a sonreír. Mirarlo y sonreír, o llorar, ya no sé.
A Mariano, sí.
Y a ver sus ojitos, y cerrar los míos para que no duela tanto. Y querer abrazarlo, pero abrazarlo no, porque se escapa, porque es de humo.
A Mariano quiero raptarlo, llevármelo al castillo, sentarme y mirarlo, y quedarme ahí para siempre, o hasta que haya gastado mi fascinación o las lágrimas.
Y duele, y va a doler. Pero no importa porque él todavía sonríe, todavía crece, aunque yo no lo mire y me tire a llorar en la cama.

Agón (fgragmento confuso)

Y el destino del amante es el agón, siempre. Rondar el aire previo a la flor, que se tiñe de olor a sangre y arcángeles armados.
Ella, sólo ella, en su erguirse mansamente, hiende el cosmos, lo penetra. De aquella grieta descienden los Cielos, y por eso en rededor está todos iempre lleno de sangre. Aquel hueco que hizo, que se hizo con ella acaso, aquel hueco espantoso que siembra de cadáveres el campo, no termina nunca. Todos allí lo saben, y sollozan, y en silencio dejan pasar al amante, que no ve sino flor y fuego.
Su destino es la agonía. No queda más, luego de aquel intenso rondar el campo del instante previo. Es verla casi, jugar a verla; apresarla entre las sombras y los ojos. En su juego erótico, infinito, la flor se queda ahí, se prende en él y no se irá jamás. Aunque él corra fuera, se arranque del campo, aunque intente olvidarla y finja que no ha pasado, volverá cada vez, a cada instante. No puede dejar de hacerlo ya.
Pero el amante no sabe, avanza entre el cosmos mutilado, los ángeles moribundos, que lo asustan un poco y luego lo dejan, si ya es tarde para él, si ya está perdido.
(14/12)

13.12.06

Comienzo

en cambio, si abrís la piel al revés, digamos, de atrás para adelante, lo que sucede es completamente distinto.
No es que no haya visto cómo huyen los cadáveres, van hacia a trás en el tiempo; no es que no recuerde que todo volverá y que la flor es roja, igual. Pero de verdad, en serio que pasa algo distinto... deberías intentarlo...

(un beso)

4.12.06

Pero esta vez las flores rosas no estaban

no, es cierto, no estaban...