23.3.09

La obviedad que necesito decir

Elegir es siempre elegir mal. Porque ningún gesto cura todas las heridas. Porque ninguna palabra imita la verdad a la perfección. Toda empresa por salvarnos nos condenaría de una forma u otra al Infierno. Si es que existiera la Justicia Divina. Si es que condenar personas al suplicio eterno tuviera algo que ver con la Justicia.
Pero igual no elegir es una elección, y en verdad es bastante cobarde e inútil. Quien elija no elegir para rechazar todas las formas de imperfección, se limitará a existir al nivel discursivo y aun más (porque aquello no es ni tan grave ni tan raro) a nivel del discurso negativo que se define sólo por oposición.
Quien elija no elegir no debería tener cara para quejarse de nada, pues es artífice de la reproducción de su situación.
Quien elija no elegir ocultará posiblemente que la razón más pesada de su pretendida inanición es la fiaca que le da hacer el esfuerzo necesario.
Quien pretenda no elegir terminará pisando el camino de los que eligieron elegir por los demás.