23.8.07

Los auriculares tienen esto: crean contextos distintos para individuos que están físicamente al lado. De aquí que, para el que va escuchando la música, tenga sentido cantar, bailar, seguir el ritmo con el pie, entre otros movimientos. Para los demás, inmersos en otro ambiente, es ridícula la configuración del cuerpo-en-música. Aun si entienden que el sujeto efectivamente la está escuchando, no encuentran sentido a los movimientos.
No estoy teorizando esta obviedad en vano. Saberlo me libera de sentirme tonta al ver los rostros de la gente indignada por mi postura. Pienso: pobres, no entienden. Y vuelvo a sumergirme en el hábitat líquido y brillante de una canción de Regina. Que me configura el alma, el cuerpo...

3 Comments:

LAUCHA said...

está comprobado que los auriculares de los mp3 dañan los oidos.Es por eso que no tengo uno.

¿o será porque no me lo quieren comprar?

al diablo...

podés visitar mi otro blog.

Love.
Yo.
Xoxo

María (Letras) said...

¿Daña los...?
Rayos, en esta vida de ciudad no hay una puta cosa que no haga daño. ¿O será que vivir arruina el cuerpo? En fin, me paso... Besos.

Claroscuro said...

Mari, a vos hasta respirar te hace daño; no sé de que te sorprendés.