“(…) De día, luchaba contra la angustia; de noche, luchaba contra el deseo; sin cesar, luchaba contra el vacío, forma cobarde de la desgracia. (…) Poco a poco, yo iba ocupando el lugar del hombre que me faltaba y que me invadía. Acabé por contemplar, con los mismos ojos que él, el cuello blanco de las sirvientas. Egisto galopaba a mi lado por los eriales (…). Yo lo miraba menos como un amante, que como a un niño que hubiera engendrado en mí la ausencia (…). Infiel a mi hombre, seguí imitándolo. Egisto no era para mí sino lo equivalente de las mujeres asiáticas o la innoble Arginia. Señores jueces, no existe más que un hombre en el mundo: los demás no son más que un error o un triste consuelo, y el adulterio es a menudo una forma desesperada de la fidelidad. Si yo engañaba a alguien, fue con seguridad al pobre Egisto. Lo necesitaba para percatarme de hasta qué punto el que yo amaba me era irreemplazable. (…).”
Marguerite Yourcenar, Fuegos. “Clitemnestra o el crimen”.
O todas las mujeres somos una, o toda búsqueda en las palabras termina en la misma aterradora verdad. Un pedacito más: “También yo, señores jueces, conocía el porvenir. Todas las mujeres lo conocen: siempre esperan que todo acabe mal.”
Subjuntivo
Hace 11 años.
9 Comments:
ajá
Pelotuda.
genial, no le hagas caso esos boludos
Gracias... ya arreglé en privado.
Me invitás a tu blog?
(o no)
"no existe más que un hombre en el mundo: los demás no son más que un error o un triste consuelo, y el adulterio es a menudo una forma desesperada de la fidelidad. "
yo revisaría eso...
Patricio... basta... ya escribimos sobre esto. Eso no lo escribí yo, sino Marguerite Yourcenar, y nos concierne a todos en el sentido en que cada párrafo genial concierne, en cierto modo, a toda la humanidad.
Además, sé que no vas a hablar conmigo sobre esto porque, además, no es tu asunto. Y si no vamos a hablar, me rehuso a seguir dándote pueriles explicaciones. Pensá lo que quieras.
Suerte en tu vida.
Anónimo dijo...
"no existe más que un hombre en el mundo: los demás no son más que un error o un triste consuelo, y el adulterio es a menudo una forma desesperada de la fidelidad. "
yo revisaría eso..."
Ese no fui yo, yo no escribo anónimos. En fin, sabés qué pienso.
Ok... pensé que habías sido vos. Entonces supongo que fue Juampablo, que una vez más fue un cobarde. Es una lástima.
Y no estoy segura de lo que pensás, Patricio, porque las discusiones no están cerradas. Pero ahora ¿qué importa eso? Morirán antes que las retomemos, o al menos eso espero.
En cuanto a Vanryu: si no vas a hablarme de frente, no lo hagas. Perdiste tu oportunidad de hacerlo unas cuantas veces. Crecé, por favor, o no me molestes.
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