6.11.06

Aprendizaje

Uno aprende cosas todos los días.
Aprende, por ejemplo, que el cuerpo no se agota en las heridas, que las noches de tormenta afectan los sueños, que nunca más quiero ver Casablanca.
O aprendemos a olvidar algunos años, a querer que nadie nos vea llorando, a reír de cómo me fascina la marca que tengo en el brazo.
Pero esencialmente, aprendemos tres cosas:
- Que el rechazo no es una imprecisión del lenguaje.
- Que (increíblemente) el mundo funciona sin que yo intervenga.
- Que no importa dónde escarbes, vas a encontrar sangre.
Si uno lograra aceptar estas cosas, ya no tendría que lidiar con los síntomas, ni tener que esconderse en el camino que va por Lisandro de La Torre hasta Suipacha, y de ahí dobla a Francia.
Todo sería, por lo menos, un poco más razonable.

1 Comment:

... said...

(mueca casi sonrisa)